Sin embargo, algunos han logrado avances interesantes, sobre todo los que se encuentran más al oeste: Thomas Ruyant (VULNERABLE) y Pip Hare (Medallia). El primero arrebató el liderato a Sam Goodchild (VULNERABLE) y, de paso, consiguió una ligera ventaja sobre el pelotón principal. La segunda también recuperó tres cuartas partes de su desventaja, colocándose en una posición ideal para el resto de la regata. En la próxima etapa podría producirse la primera ruptura real en el pelotón.
«Ahora parece que hemos salido de los Doldrums. En cualquier caso, eso parece, ya que nos estamos estabilizando», comentaba entusiasmado Yoann Richomme (PAPREC ARKÉA) esta mañana durante la sesión de radio oficial. Si nos guiamos por su velocidad y la de los demás líderes, no cabe duda de que ya están fuera de peligro. Que han acabado con esta zona complicada donde la concentración de cumulonimbos es mayor que en ningún otro lugar del globo y anarquiza la circulación general del aire. «Al final, permanecimos en ella 24 horas. Durante 12 o 15 horas, estuvimos en una mala racha. Estábamos realmente atascados, pero ya hemos visto situaciones mucho peores que ésta», explicó el navegante que, tras establecer ayer el récord de mayor distancia en solitario en un monocasco, también esperaba alcanzar a sus rivales, algunos de los cuales lograron superar la situación mejor que él. Desplazándose hacia el oeste, Thomas Ruyant (VULNERABLE) es indiscutiblemente el que ha ido más lento en las últimas 24 horas, hasta el punto de que ahora compite en cabeza con una ventaja de unas veinte millas sobre su perseguidor más cercano, Sam Goodchild. Aunque Goodchild está al este de él, se beneficia de un mejor ángulo de progresión y no es casualidad que el hombre del norte intente ahora acercarse poco a poco al mismo eje que él.
Un nuevo comienzo?
El mayor golpe de efecto en este Doldrums es Pip Hare. La navegante británica, que ayer por la mañana se encontraba a 250 millas del líder, se encuentra ahora a tan sólo 81 millas. Se ha hartado», señala Benjamin Dutreux (GUYOT environnement - Water Family), que se ha visto superado por el patrón del Medallia, pero que se muestra satisfecho de haber tenido que batallar poco tiempo en esta zona, donde la acumulación de grandes nubes negras y los vientos erráticos hacen dudar a veces a los navegantes de su capacidad para salir adelante. «Por lo que a mí respecta, he entrado y salido más rápido de lo esperado. Eso significa que puedo esperar con impaciencia lo que está por venir», declaró Le Sablais. Yannick Bestaven (Maître CoQ V) se expresó en términos muy parecidos. «El Pot fue intenso, con bastantes chubascos y vientos muy inestables, tanto en fuerza como en dirección, pero fue corto. Lo bueno fue que varios de nosotros pudimos vernos en el AIS, lo que nos permitió entender un poco lo que estaba pasando», comentó el regatista de Aquitania, que consiguió arañar un poco de terreno a sus rivales directos, y que no rehúye el placer de competir en estrecho contacto a estas alturas de la regata. «Casi parece un nuevo comienzo», añade el vigente ganador de la Vendée Globe.
El Ecuador esta noche
Un nuevo comienzo?
El mayor golpe de efecto en este Doldrums es Pip Hare. La navegante británica, que ayer por la mañana se encontraba a 250 millas del líder, se encuentra ahora a tan sólo 81 millas. Se ha hartado», señala Benjamin Dutreux (GUYOT environnement - Water Family), que se ha visto superado por el patrón del Medallia, pero que se muestra satisfecho de haber tenido que batallar poco tiempo en esta zona, donde la acumulación de grandes nubes negras y los vientos erráticos hacen dudar a veces a los navegantes de su capacidad para salir adelante. «Por lo que a mí respecta, he entrado y salido más rápido de lo esperado. Eso significa que puedo esperar con impaciencia lo que está por venir», declaró Le Sablais. Yannick Bestaven (Maître CoQ V) se expresó en términos muy parecidos. «El Pot fue intenso, con bastantes chubascos y vientos muy inestables, tanto en fuerza como en dirección, pero fue corto. Lo bueno fue que varios de nosotros pudimos vernos en el AIS, lo que nos permitió entender un poco lo que estaba pasando», comentó el regatista de Aquitania, que consiguió arañar un poco de terreno a sus rivales directos, y que no rehúye el placer de competir en estrecho contacto a estas alturas de la regata. «Casi parece un nuevo comienzo», añade el vigente ganador de la Vendée Globe.
El Ecuador esta noche
¿Y ahora qué? Cruzar el ecuador. Está previsto para esta noche. A partir de entonces, todos se encontrarán en el otro hemisferio, antes de abordar el largo descenso del Atlántico Sur. Un descenso que, sin embargo, podría tener lugar a gran velocidad y casi en línea recta. ¿Por qué? Un sistema de bajas presiones al que podrían engancharse un poco al norte de Río de Janeiro. Esta baja, regordeta pero no violenta, podría permitirles despegar a toda máquina hasta el sur del continente africano. De confirmarse este escenario, sería similar al que impulsó a Alex Thomson y Armel Le Cléach' a las islas Kerguelen durante la edición 2016-2017. «Es una buena perspectiva. Va a afectar a mucha gente, pero va a provocar una ruptura con el grupo de detrás», analiza Yoann Richomme. De hecho, toda la flota, a excepción de Oliver Heer (Tut Gut), Denis Van Weynbergh (D'Ieteren Group), Jingkun Xu (Singchain Team Haikou) y Szabolcs Weöres (New Europe), que ayer se quemó la mano calentando agua, no saldrá de los Doldrums hasta dentro de unas 36 horas.
Fuente: Vendée Globe